Por Marcos Calligaris
La Cooperadora para la Nutrición Infantil trabaja desde hace 5 años en Córdoba junto a un grupo de profesionales que ayudados por el aporte de voluntades y firmas como Tarjeta Kadicard y la Universidad Empresarial Siglo 21, entre otras, siguen dando pelea al flagelo de la exclusión social.
Pocos saben que a escasos metros del aeropuerto de Córdoba existe un precario asentamiento. Allí, al borde del canal maestro, coexiste una pequeña casa donde algunos niños corretean mientras sus madres toman clases. En la misma casa, la “Casa Macuca”, una médica pediatra controla el peso de un bebé recién nacido; una nutricionista prepara el almuerzo comunitario, mientras una fonoaudióloga se apresta a ayudar a una nena. En un pequeño y remendado cuarto, sobre una alfombra llena de juguetes, una mujer realiza estimulación temprana a los más chiquititos. Y de la misma manera, intensamente, aúnan conocimientos y voluntades una trabajadora social, una psicomotricista, una psicopedagoga, una maestra jardinera, una tallerista, una fisioterapeuta y una maestra especializada.
El bochinche de los niños correteando por la casa mientras otros se preparan para el almuerzo, sólo es aplacado por el vuelo rezante de un avión que se apresta a aterrizar sobre la pista del aeropuerto Ingeniero Taravella, ubicado increíblemente cerca. Tan cerca pasan las aeronaves, que desde la casita aseguran verles las caras a los pilotos aprestándose a descender. Allí, en ese lugar, funciona un centro Conin.
El centro Conin de Educación y Prevención de la desnutrición infantil “Villa Kilómetro 8”, nació en Córdoba en 2003, como una franquicia solidaria de la red Conin, para trabajar de la mano del Dr. Abel Albino quién cuenta con una basta trayectoria en este tipo de experiencias.
El objetivo de la organización es “prevenir y abordar de manera integral la problemática social que da origen a la extrema pobreza y su consecuencia directa: la desnutrición”.
Para eso, la asociación asume la importante tarea de enseñar a los padres sobre la mejor manera de criar, alimentar y estimular a sus hijos a través de los diferentes programas implementados por Conin.
Lucha por una causa noble
Uno de los pilares de este proyecto es Cristina Schwander, Directora de Relaciones Institucionales de la Universidad Empresarial Siglo 21.
“Lo trajimos a Abel Albino para dar una charla en Córdoba y buscando un lugar para hacer una conferencia, me comentan de la “Villa Kilómetro 8”, que era un buen lugar para realizarla ahí. El evento se hizo el colegio del barrio, lo escuché hablar a Albino y le dije a una amiga “¿Por qué no traemos esto a Córdoba?” recuerda Cristina.
Fue en ese mismo lugar, en la “Villa Kilómetro 8”, que Cristina Schwander se encontró con otro pilar de la asociación, María Cristina Gómez Oriondo, o simplemente “Tinti”, quien había sido la directora del colegio del barrio y contaba con gran ascendencia entre los habitantes del lugar. Ellas dos, sumadas al aporte de Cristina Martorelli y la ayuda de varias empresas y personas dispuestas a aportar económicamente, lograron que en poco tiempo el programa de Conin esté en marcha en nuestra ciudad.
Un programa, una esperanza
Hoy los responsables de Conin no dejan de mostrar su asombro por la capacidad de progreso que vienen mostrando tanto niños como padres. Pero para poder apreciar estos importantes y palpables cambios, han jugado un papel preponderante los diferentes programas que Conin ha puesto en práctica (ver recuadro).
Y en los últimos meses, una nueva esperanza circula por Villa Kilómetro 8. El gobierno les ha prometido el traslado a un nuevo barrio. Pero el Centro Conin, que viene consiguiendo resultados sorprendentes con “sus” familias, no quiere detener sus programas y se propuso mudar su “Casa Macuca” donde sea que se traslade su gente.
“Nuestras mamás van a tener agua corriente por primera vez en toda la historia de sus familias, (…) son casa que tienen baños, no se les llueve, tienen piso”, comenta Tinti.
Y a donde sea que se muden, estas familias, estos niños, también se mudarán con la esperanza de que la inclusión social es posible y quizás algún día los gobiernos entiendan dónde tienen que invertir para lograr una sociedad más equitativa.
Programas llevados a cabo por el Centro Conin
Programa 1: Escuela de capacitación para mamás sobre temas de su interés dictado por profesionales de la salud. Se abordan temas como nutrición, derechos, atención del niño, psicología, psicomotricidad, etc. y se desarrollan talleres artesanales. Mientras tanto los niños se encuentran en un Jardín Maternal siendo controlados, pesados y derivados en caso de necesidad. Se hace entrega de un bolsón nutricional que garantice una comida diaria semanal.
Programa 2: Talleres de Terapia Ocupacional para madres de niños con discapacidad. Los niños atendidos por gabinetes de fonoaudiología, rehabilitación, psicomotricidad. Modulo Nutricional, provisión de leches y alimentos especiales.
Provisión de prótesis, anteojos, férulas, sillas de ruedas. Beneficiarios 18 niños especiales y sus madres.
Programa 3: Apoyo psicopedagógico a niños con dificultades en el aprendizaje y conducta en la escuela de la zona.
Trabajo con Psicopedagogas, Psicólogas y Maestras de Apoyo. Trabajo en red con la escuela de la comunidad. Se provee merienda y útiles escolares.
Programa 4: Mamás Promotoras. Capacitación intensiva a mamás que han superado el riesgo, en materias importantes para la comunidad como Salud – Sistema de Salud Provincial, Programas Provinciales y Nacionales; Justicia -Tribunales de Menores, violencia familiar y de género, derechos- e Identidad – Inscripción, trámites de Registro Civil
Programa 5: Microemprendimientos de Panificación y Taller de costura que absorben a 27 mamas del Programa entre las que se dividen las ganancias según las ventas de cada grupo. En el caso de la panificación, la harina es donada por un Molino harinero de la provincia, en tanto que en el taller de costura se trabaja en el recicle de ropa donada.