Entrevista a Fabricio Oberto, basquetbolista, ex NBA
Por Marcos Calligaris
El jugador argentino es uno de los refuerzos del actual campeón de la NBA y junto a su compatriota “Manu” Ginobili, tratará de conseguir un nuevo anillo para los Spurs
Fabricio Oberto nació un 21 de Marzo de 1975 en Las Varillas, una pequeña ciudad del interior de la provincia de Córdoba y desde pequeño mostró gran interés y aptitud para jugar al básquetbol.
“El Bebe” de Las Varillas jugó en Atenas de Córdoba desde 1993 hasta 1998, el equipo más ganador de la liga argentina y con el que llegó al momento cumbre en 1997 cuando con una excelente perfomance el equipo quedó tercero en el Open Mc Donald, que reunió a los campeones de cada continente.
A partir de ese momento y tras descollantes actuaciones su nombre comenzó a sonar fuerte en la liga de profesionales de los Estados Unidos, pero Fabricio iba tener que esperar.
Mientras tanto su potencia y calidad emigraron al básquetbol griego, donde se desempeñó para el Olimpiakos y luego de un año pasó al básquetbol español, donde se incorporó al TAU Cerámica y luego al Pamesa Valencia.
Asimismo la selección argentina no fue la excepción en su palmarés, y sería la vidriera que lo depositaría finalmente en el mejor básquetbol del mundo.
Primero fue su descollante participación en el mundial de Indianápolis, donde Argentina se consagró subcampeón dejando atrás al mismísimo Dream Team estadounidense. Luego fue el turno de los Juegos Olímpicos de Atenas, en los cuales Oberto fue uno de los pilares de la consagración de argentina como el nuevo rey del básquetbol mundial. En ambos certámenes el cordobés conformó el quinteto ideal y terminó convenciendo a la crítica de que merecía su oportunidad en la NBA.
Finalmente el día esperado llegó. San Antonio Spurs, el campeón reinante, proclamó su contratación.
Fabricio Oberto, con 30 años, cumplirá un sueño pendiente y tendrá la oportunidad de demostrar en la meca del básquetbol, que es uno de los grandes jugadores del momento.
¿Cómo vivís este momento que tanto esperaste?
Realmente muy feliz, estoy viviendo un sueño y cuesta creer todo lo que está pasando a mi alrededor. Ahora trato de aprovechar junto a mi familia el tiempo que me queda antes de viajar para sumarme a los entrenamientos del equipo. Estoy tranquilo, tratando de disfrutar cada momento. Creo que eso es lo más importante, pero soy consciente de que hay que bajar de la nube y concentrarme en hacer bien las cosas.
¿Cuál fue tu reacción cuando te enteraste que se había concretado tu compra?
Me sentía en una nube, tocando el cielo con las manos. Creo que después del nacimiento de mi hija, ese fue el día más importante de mi vida. Fue un momento en que se juntaron muchas cosas, y por suerte mi familia pudo disfrutarlo conmigo. Están muy contentos con lo que me está pasando, tanto mi familia como la de mi señora.
¿Cómo estás con el inglés?
La verdad, estoy tranquilo en ese aspecto porque me defiendo bastante bien. No creo que sea un problema para desenvolverme allá. Además es una excelente oportunidad para perfeccionarlo.
Los entrenamientos de NBA son muy duros ¿Cómo te preparás físicamente para afrontar la temporada?
Vamos a realizar una pretemporada bastante dura para ponerme a punto con el nivel que exige la NBA. Sé que las temporadas son largas y que la condición física es fundamental. Se juegan partidos cada dos o tres días y no puedo dar ventajas. Pero no hay mucha diferencia con la preparación en Europa o en la selección misma. Tengo confianza en llegar bien al inicio de la temporada.
¿Cómo te imaginás ese primer partido contra Denver?
Al principio nerviosísimo. Creo que entrar a la cancha en ese partido va a ser el inicio del sueño que tuve siempre. Imagino que en ese momento van a pasar muchísimas cosas por mi cabeza, mucha gente. Va a ser difícil controlar la ansiedad, pero tengo que estar con los pies sobre la tierra y tratar de desarrollar mi juego, que es lo que me va a ayudar a ganar confianza.
¿Con qué expectativas llegás a la NBA?
Indudablemente con las mejores. Mi principal objetivo es ayudar al equipo. Eso está por encima de cualquier objetivo personal como sumar minutos o ganarme un puesto. Serle útil al equipo me va a abrir puertas para alcanzar otras metas. Adaptarme rápidamente es otro de los objetivos. Un equipo campeón tiene la obligación de ganar, y ojalá pueda entrar lo antes posible en su sistema de juego.
¿Qué significa contar con “Manu” Ginóbili en el equipo?
Para mí es una tranquilidad el hecho de estar con Manu. Somos muy amigos, y me va a ayudar mucho a adaptarme tanto al equipo como a la ciudad. Es un jugador fantástico que a cualquiera le gustaría tener como compañero de equipo. Esperemos llevarnos dentro de la cancha tan bien como lo hacemos fuera de ella.
¿Cómo vas a manejar tu participación en la Selección a partir de esto?
De la misma forma que lo hice durante toda mi carrera. La selección es lo más importante para mí, y espero cumplir con todos los compromisos que se presenten. Estamos muy cerca del mundial, y todos queremos hacer un buen papel. Lo último que deseo es dejar de lado a la Selección, más con el buen momento que vive el básquetbol argentino.
¿Cómo manejás el hecho de ser una estrella de la NBA y el crecimiento económico que esto implicará?
Uno trata de estar lo más tranquilo posible, de tomarse las cosas de la mejor manera. Indudablemente esto es un crecimiento importantísimo para mí en todos los aspectos, pero lo más importante es seguir siendo la misma persona que fui siempre. No puedo marearme con todo esto. Hay que saber disfrutarlo, pero manejarlo con cuidado al mismo tiempo.
¿Cómo esperás encontrarte dentro de un año?
Espero encontrarme adaptado a la NBA, al equipo y a la ciudad. Espero cumplir las metas que me propuse a corto plazo. Sería importante encontrar un lugar dentro del equipo, y sumar minutos y experiencia. Y por sobre todo, espero verme campeón.