Entrevista a Cacho Castaña
Por Marcos Calligaris
Humberto Vicente Castagna es su nombre real, pero no se gasten en llamarlo Humberto porque no se va a dar por aludido. Él responde al apodo de Cacho. Cacho Castaña.
Cacho Castaña es el músico que arribó al buen puerto del estilo propio en género del tango.
Cacho es el compositor que escribió más 2500 canciones donde figuran verdaderos clásicos del 2 x 4.
Cacho Castaña es el “tipo macanudo” que se sienta en el ‘Café la Humedad’, un sábado con trampas, de billar y reunión.
Cacho es ese tanguero, que como muchos cayó rendido ante la “garganta con arena” del Polaco Goyeneche.
Cacho Castaña es “aquel hombre de los que ya no hay más”, como suele confesar Adriana Varela.
Cacho Castaña es un típico porteño de barrio, un ex roquero, un ex solterón, un ganador, un ‘cacho’ de Buenos Aires.
Se baja el telón, Cacho Castaña, va a hablar de su vida y toma la delantera resumiendo su infancia en menos de un párrafo: ‘Nací en Capital Federal, en el barrio de Flores, un 11 de junio de 1900… (suelta la primera carcajada y logra impedir que calculemos su edad) Me crié en ese mismo barrio y fui a un colegio de curas. A los 6 años empecé a estudiar piano y me recibí a los 14. Un año antes había empezado a tocar el piano en la orquesta típica de tango del maestro (Oscar) Espósito. A esa misma edad fui pianista estable de Radio Excelsior.’
Justo antes de escuchar mi primera pregunta, Cacho dispara:
‘Yo quería ser como Mariano Mores, pero después apareció Elvis Presley y se pudrió todo. Nos dejamos crecer las patillas, empezamos a mover las pelvis y nos fuimos a la mierda todos los pibes…’
¿Te metiste musicalmente con el rock?
Si, claro. Tenía mi grupo de Rock. En esa época hacíamos Rock and Roll en castellano como los Teen Tops. Pero después la pegamos con el tango mezclado, ese mismo estilo que hago ahora.
Y ese ¿Se podría decir que es tu sello particular?
Si. En la década del ‘70, lo único que te pedían las compañías discográficas eran discos populares. El tango nunca vendió muchos discos. Yo tenía la idea de hacer uno muy distinto y desde que empecé a producirme sólo, tuve la suerte de conseguir siempre discos de oro y platino. Está bien, no son ‘tango-tango’, son ‘tango-balada’. De todas maneras, hoy me doy cuenta de que no estaba tan equivocado.
Tanguero familiero
Como todo hombre orgulloso de sus raices, Cacho vuelve sobre sus orígenes, sobre su familia. Lo escuchamos atentamente.
“Mi familia era maravillosa. Estaba compuesta por mis viejos y mis dos hermanos. Lamentablemente ya fallecieron todos, pero puedo decir que tuve una infancia muy feliz. Éramos como los Campanelli. Mi vejo era Zapatero. Yo también, mi profesión era ‘dibujante de calzado de dama’”.
¿Había algún otro músico en la familia?
No. Nadie.
Entonces ¿de dónde te nace el amor por la música?
¿Yo qué sé? Quería ser artista, tocar el piano, la guitarra, cantar. Creo que es algo que nace con uno. Estudié 8 años música y ni me di cuenta. Pero si vos pensás que vas a hacer una carrera de 8 años… te suicidás. (vuelve a reír a carcajadas). Es así, cuando algo te gusta ni te das cuenta.
¿En qué momento te diste cuenta que estabas instalado definitivamente?
Fue hace mucho tiempo. El primer tema que metí discográficamente fue en el año ‘70. En aquel momento fui al festival de música de Japón y gané con el tema ‘Me gusta, me gusta’. Nunca supe cómo les gustó a los japoneses y si me lo explicaban tampoco iba a entender.
De todos modos yo ya había lanzado mi disco en Argentina y venía funcionando muy bien. Además hacía 3 años que venía haciendo televisión, cantaba todos los fines de semana en los ‘Sábados de la bondad’, que conducía Héctor Coire por Canal 9.
¿Qué le dio tu música al género del Tango?
Pienso que documenté un poco más la época. La época del conventillo y del malevo ya no existe más. A su vez, trato de hacer música más moderna, más roquera, más podrida. Es como cambiarle un poco la pilcha.
¿Cómo es un típico día de Cacho Castaña?
Nunca es igual. Siempre ando de un lado para el otro. A veces tengo que ir a un programa, otras veces a una radio, tengo que pasar por la compañía, charlar con los músicos. Nunca tengo un día parejo, es tremendo.
¿Te seguís juntando con tus amigos del barrio?
Si, totalmente. Eso no puede cambiar nunca. Eso es como el club, no lo podés cambiar. (Cacho aprovecha para recordar que es hincha de San Lorenzo)
¿Qué música te gusta escuchar?
De todo, según el estado de locura que tenga. En el auto tengo los discos de Rodrigo, del Polaco Goyeneche, de Alejandro Sanz, de Luis Miguel, etc.
¿Ves alguna figura joven que esté surgiendo en el tango?
El que va a andar muy bien es este pibe que nació en Flores que se llama Cacho Castaña. Ese pibe va a andar bien. Dale un poquito de tiempo nomás.
Describime cómo vivís la relación con las mujeres en tus shows. Son muy particulares…
Si, me gritan de todo. Se genera un ambiente lindo donde me gritan y yo les contesto. Es un quilombo, muy divertido.
Pero ahora se te acabó la soltería… ¿Te cambió mucho la vida después del casamiento?
Si, llego más temprano a casa.
Estuviste internado hace poco. ¿Cómo estás de salud?
Bien, bien. Eran todas pelotudeces. Todo bien, todo bien.
¿Preferís seguir cantando hasta el final o te ves largando antes?
Me imagino que voy a largar antes, no voy a dar lástima, viste…
A Cacho Castaña le gusta hablar de todo. Quedó comprobado.
Y no va a retirarse sin antes dejarnos dos novedades. La primera es que en octubre saldrá su nuevo disco de cual no puede adelantar nada, porque tiene “todo verde todavía”.
De la segunda novedad puede adelantarnos un título: ‘El Arte de fumar debajo del agua’. Se trata de su autobiografía; de la historia de su vida que estará en las librerías el próximo año.
Algunos la tomarán como una biografía, para otros será un manual sobre cómo debe vivir un ‘verdadero macho’.
Ping-Pong con Cacho
Una comida: Los Mariscos
Bebida: Vodka
Estación: Verano
Club: San Lorenzo
Lugar para vacacionar: Punta del Este
Lugar para comer: Cualquiera donde haya Cena Show