Entrevista a José Luis Perales
Por Marcos Calligaris


En una entrevista exclusiva, el cantautor español habla sobre su vida, su familia, su exitoso pasado. El significado de Argentina en su carrera y su probable retiro.

No es un habitante de las grandes ciudades. José Luis Perales nació en La Villa de Castejón, Balcón de la Alcarria, un pueblo que dista a 65 kilómetros de la ciudad española de Cuenca

Allí vivió hasta los 16 años, cuando su padre decidió enviarlo a la Universidad Laboral de Sevilla, donde se desplazó para estudiar maestría industrial en electricidad. En ese clima estudiantil, el futuro compositor tuvo su primer contacto con una guitarra

Muy poco tiempo pasó para que nacieran sus primeras melodías. ‘Niebla’, aún poco madura, marcaría el principio de un largo camino y donde José Luis veía claro cual sería su verdadera vocación: la música.

Los años pasaban inexorablemente y ya establecido en Madrid para completar sus estudios, Perales se ganaba la vida como electricista.  Es sus tiempos libres componía y estas obras, que ya acumulaba en decenas, esperaban por algún cantante interesado en interpretarlas.

Fue luego de una fiesta en la que casi por casualidad cantó uno de sus temas, que alguien le ofreció grabar y probar fortuna, una fortuna que le llegaría más adelante como compositor. Curiosamente, como cantante no convencía al director de una conocida firma.

Para aquel entonces ya había conocido a quien hoy es su mujer, Manuela, tan imprescindible en su vida, como él mismo dice: “…yo, si no fuera por Manuela estaría perdido.”

Como en toda gran historia hay un momento, una persona, que cambia el rumbo. En la de José Luis Perales, ese hito fue conocer a Rafael Trabucchelli, el principal productor discográfico de la España de los ’70.

Trabucchelli le propuso cantar. José Luis se resistió todo lo que pudo, puesto que ante todo estaba su vocación familiar. Mientras tanto su composición de “Porque te vas”, en boca de Jeanette, conseguía vender más de cuatro millones de copias en un año

Finalmente Trabucchelli lo pudo persuadir de cantar, algo que Perales define como accidental, pero que le salió muy bien: su primer ‘long-play’ del ‘73 fue todo un éxito en España y Latinoamérica.

El resto de su historia es conocida. José Luis Perales se convirtió en un clásico, en uno cantantes y compositores más prolíficos de la lengua española con más 50 millones de discos vendidos y más de 100 discos de oro y platino recibidos como reconocimiento.

Pero José Luis Perales no es solamente una fábrica de hits.

En una entrevista exclusiva nos habla de su vida familiar, de su vida artística, su amor por la arqueología y la escultura, los viajes, Argentina.

José Luis, si mirás hacia atrás en tu vida, en tu carrera ¿Qué  es lo primero que ves?
La verdad es que me veo con un largo camino hecho y a la vez me veo muy premiado por este camino. De hoy te puedo decir que me siento muy bien y muy joven, a pesar de mis 61 años.

¿Cómo definís al público que te sigue en la actualidad?
Hay una buena cantidad de gente joven -aparte de la gente de mi generación- que está en mis conciertos, que compra mis discos o los escucha en la radio.
Eso me llena de agradecimiento y me hace sentirme vivo y actual. No me hace sentir desplazado.

Ha sido una constante en tu carrera que cada tanto desaparezcas de los escenarios. ¿Es una necesidad?
Me suelo tomar un tiempo porque nunca estoy seguro de si voy ser capaz de hacer un disco más. Yo siempre siento una inseguridad sobre si voy a ser capaz de hacer un nuevo trabajo.

¿Y qué hacés en esos momentos en que no sabemos nada de vos?
Me escapo. Luego de mi disco anterior no quise renovar contrato con Sony, entonces, cuando no tenés ese contrato que te obliga a una fecha de entrega de un disco, es como que te relajás; te vas a Egipto, a Italia; te metés en tu taller; hacés esculturas; hacés cerámica; te vas a tu jardín, o te vas a ver una obra musical en Londres. O quizás simplemente hacés vida de hombre a pie, sin nada que tenga que ver con la música o el espectáculo.

Entonces ¿Cuándo llega el momento de sentarse a componer nuevamente?
De vez en cuando llega un momento en el que no te queda más remedio que encerrarte y escribir, y es porque la musa anda por ahí. La musa te atrapa y te dice ‘ahora escribí’. Cuando hace un tiempo que no hacés nada, la guitarra comienza a llamarte. Eso es porque te sentís mal.
En ese momento te sentás y de repente nace una nueva canción. Eso se celebra de una manera muy especial y decís ‘Bueno, soy capaz de escribir de nuevo’. Ahí te ponés a escribir otra vez y llega el disco, la gira, la promoción, el viaje.

¿No sentís temor a no poderte reencontrar con tu público luego de un tiempo sin giras?
En general, como te decía, nunca tengo seguridad en las cosas que hago. No he sido una máquina engrasada para que funcione. Nunca me preocupé específicamente por el marketing, por la imagen, por el disco, por que suene o por las entrevistas. Me he escapado con todos los riesgos que conlleva escaparse de los medios y del público. De repente aparecí de nuevo y están todos ahí. Me parece un milagro que agradezco profundamente.

¿Por qué creés que tu público te es tan fiel?
Creo que hay una música que queda ahí; que ha quedado en la gente y los hace esperarme en sus asientos. No encuentro otra razón.
Por otra parte creo que como aparezco tan de vez en cuando, nunca me siento solo, siempre hay alguien con ganas de verme.

¿Qué sensación te da volver a tu pueblito luego de una larga gira?
Lo que siento, creo que es lo que siente cada ser humano cuando llega a su terruño, a ese jardín o esa casa que huele a sus recuerdos, a su infancia. Cuando llegás a ese marco que es el tuyo, a ese paisaje que te pertenece y donde te has criado, sentís una felicidad inmensa.
Suelo ser tan añorante de mi tierra en la cual he escrito prácticamente todas mis canciones, que a veces he tardado mucho tiempo en volver y cuando llegué me he ido solo por ahí, a revolcarme y besar la hierba, a besar a mis perros, encontrarme con algo maravilloso y ser yo mismo en ese espacio tan lindo que es solamente mío.

¿Qué significado ha tenido tu familia en tu carrera?
Ellos han sido todo. Mi familia son mis hijos, Manuela –mi mujer- y yo. No puedo pasar un día sin saber cómo están, aunque esté muy lejos. También han estado siempre presente mi madre, que ya es una señora muy mayor, mis hermanos, mis sobrinos.

¿Te cuesta salir de gira?
Si, me cuesta mucho aunque soy consciente de que hay que hacerlo. La gente quiere verte y no es justo que no vayás. Entonces vas por la gente, pero además porque necesitás mostrar tu trabajo nuevo. Es algo parecido a cuando tenés un hijo nuevo, que es muy guapo y querés que la gente lo conozca.
Creo que hay una gran lucha entre la distancia y lo que te gustaría tener. Pero al final ambas terminan llevándose bien, se respetan ente sí. De ese modo ha sido fácil mantener la familia y la profesión.

¿De cuál de las 530 canciones que tenés registradas estás más orgulloso?
Yo separaría entre una canción de la que me sienta orgulloso y la ‘gran canción’. La que más orgullo me da es ‘Que canten los niños’, porque movilizó la conciencia de muchísima gente con respecto a los niños de Aldeas Infantiles SOS (Perales es el padrino de esta entidad benéfica). Se hicieron muchísimos socios, se cantó en la ONU y concienció a muchos. Después están canciones como ‘Y cómo es él’, que a la gente le encanta pero para mi no es mi mejor canción. Ni siquiera la escribí para mí, y cada vez que la canto tengo que interpretarla como un actor que hace un papel.

¿Qué representa Argentina para vos?
Siempre lo digo, en todos lados. Argentina fue el primer país que me abrió las puertas en el año ’73; el primer país que me dio un disco de oro, por ‘Celos de mi guitarra’ y también espero que sea el último país al que llegue alguna vez.

¿Qué significa eso?
Significa que si algún día me marcho, del último país que me despediré será de Argentina.

En You Tube:

httpv://www.youtube.com/watch?v=77PB4CGWRkc