Por Marcos Calligaris
Hernán Piquín será una de las atracciones de Bailando por un sueño 2011. Su historia en la danza lo consagró mucho antes.
¡Buenas noches ladies and gentlemen! ¡Bonsoir!
Sean bienvenidos a la primera función del Circo Beat.
El circo más sexy, más alto, más tonto del mundo.
Desde ahora y para siempre, cualquier semejanza con hechos reales
correrá por vuestra propia imaginación.
¡Arrivederci e buona fortuna!
Fito Páez dixit.
Bailó por un sueño desde los cuatro años. Por el sueño propio de convertirse en un bailarín profesional y mostrar lo que era capaz de hacer en los teatros más importantes del mundo. Lo consiguió. Bailó desde el porteño Teatro Colón hasta el Hermitage, de San Petersburgo sin escalas.
Hernán Piquín, se convirtió rápidamente en un exponente de la danza mundial. “El heredero de Julio Bocca”, según palabras del mismísimo último gran astro de la danza argentina.
Consagrado, reconocido y premiado por la crítica mundial, hoy el sublime bailarín se apresta a intentar algo diferente.
Hacer algo diferente está entre las cosas que le inflan el espíritu. Por eso accedió a encarnar el papel principal de ‘Aniceto’, la última película de Leonardo Favio; por eso fue el galán de Luisina Brando en la telenovela ‘Herencia de amor’, y por eso recientemente saboreó las mieles del calor popular, animando la temporada estival de Mar del Plata con ‘El gran burlesque’, donde se mezcló con María Martha Serra Lima, Juan Carlos e Iliana Calabró, Anita Martínez, Carlos Sánchez y Maxi Diorio, entre otros. Pero está decidido a ir por más.
“Julio Bocca me enseñó que no importaba dónde se bailara, sino cómo se bailara”, esgrime para neutralizar una punzante pregunta que no pocos le deben hacer por estos días: “¿Por qué Bailando por un sueño?”
“Piquín es muy reconocido en el mundo de la danza, no sé para qué quiere exponerse en Bailando por un sueño”, expresó días atrás Flavio Mendoza en este mismo medio.
Quien tiene la respuesta es él, Hernán Piquín, quien será de la partida en el programa más visto de la televisión argentina, donde junto a “la enana Noelia”- la última extravagancia de Ideas del Sur- intentará lucirse frente a boxeadores, vedettes, coreógrafos, modelos y hasta un ex seguridad… Un verdadero Circo Beat.
Mientras espera su debut chez Tinelli, el bailarín gira por el país presentando ‘Pasión Tango’, un show donde despliega todo su potencial artístico.
Empezaste desde muy chico tus estudios en el Instituto Superior de Artes del Teatro Colón, ¿a qué edad te diste cuenta de que querías ser bailarín?
A los 4 años les dije a mis viejos que quería bailar. Veía un programa por Canal 7 que se llamaba ‘Noches de gala’, donde pasaban funciones del Teatro Colón, y de ahí no paré hasta lograrlo.
A los 10 años, la esposa del médico que nos atendía a mi hermano y a mí, me trajo los formularios de inscripción de la escuela del Teatro Colón, los llenamos con mi mamá y me llamaron. Di los exámenes, éramos 2500 inscriptos, de los cuales sólo quedamos 17. Dios mío, ¡qué recuerdos!
¿Qué te proporcionó, como joven bailarín, la experiencia en distintos ballets internacionales como el English National Ballet o Le Jeune Ballet de France?
Me dio mucha experiencia, amigos, seguridad en la carrera, y muchas ganas de nunca parar, de nunca bajar los brazos. También me dio escenario.
Al ser convocado por Julio Bocca para bailar junto a Eleonora Cassano en distintas giras, ¿sentiste que estabas tomando literalmente la posta que dejaba Bocca en la danza argentina?
No me sentí ni más ni menos. Fue una alegría bailar junto a Julio Bocca, junto a Eleonora Cassano y con Cecilia Figaredo, además de recorrer el mundo y los escenarios que sólo se abrían para nosotros, como cuando bailamos en el Hermitage, en Rusia.
Luego, cuando Julio se retiró y dejó de bailar, sentí que nos habíamos quedado sin la cabeza de compañía. Fue en ese momento cuando el mismo Julio Bocca le dijo a la prensa que yo era su heredero, que privilegio.
En tu repertorio se destacan presentaciones por distintos continentes, representando obras como El lago de los cisnes, Cármen, Orfeo, Giselle, Nine Sinatra songs, entre otras. ¿Qué obra no te cansarías de repetir?
Realmente me gusta bailar todo, pero si tengo que elegir, bailaría una y otra vez El Corsario.
El lago de los cisnes, Serenade, y Hasta abajo papi…
Cada maestrito con su librito. Algún acérrimo seguidor de la danza clásica podrá verlo como un desliz del bailarín. Para los seguidores del ciclo televisivo es una incorporación que da jerarquía al show. Y ‘show’ es la palabra clave. Así lo entiende Piquín.
De bailar obras clásicas a bailar reggaetton, cuarteto o merengue, hay una apreciable distancia. Cuando surgió la posibilidad de bailar en el certamen de Tinelli, ¿cuál fue tu propósito?
La producción de Marcelo Tinelli me convocó para la apertura del ‘acquadance’, y después de la presentación, me ofrecieron ser parte del bailando 2011.
Vos ya tenés reconocimiento ¿qué creés que te puede otorgar un programa popular como Bailando?
Justamente la popularidad que todos buscan, pero en mi caso yo utilizaría este medio para que la gente en su casa pueda ver baile y que no todo son culos y tetas. Julio Bocca me enseñó que no importaba dónde se bailara, sino cómo se bailara. Mi idea al momento de evaluar mi participación en el Bailando, es que la gente disfrute del baile.
¿Sos consciente de que te podés ver envuelto en polémicas mediáticas que se comentan durante varias semanas en programas de chimentos?
A mí carrera no la hice con líos mediáticos, entonces creo que si me viera envuelto en algún escándalo mediático, sabría resolverlo con altura y sin entrar en polémicas.
En cuanto al jurado, ¿estás preparado para que te juzgue gente que no tiene tu experiencia?
Si decidí estar en el Bailando, claro que estoy preparado. Me parece divertido.
Fuiste nombrado ‘Bailarín del año’ en varias oportunidades y por distintas instituciones. ¿Qué expectativas te genera el hecho de participar en un certamen donde el último ganador fue un boxeador, y en el que el voto telefónico del público define todo?
Sé cómo son las reglas del juego y lo importante es entender que es un show. Como dije antes, me parece muy divertido.
¿Qué le aportó a tu formación artística tu performance en el film ‘Aniceto’?
De ‘Aniceto’ hay un antes y un después. Haber tenido el privilegio de estar bajo la dirección de Leonardo Favio es para cualquier artista una diferencia en su carrera. Por mi parte te puedo decir que haberlo conocido y haber sido el protagonista de su última película, me dio popularidad y el respeto de mis compañeros.
A partir de ahí, ¿surgió alguna nueva propuesta cinematográfica?
Sí, hubo varias propuestas, cinco películas, dos musicales, dos obras de teatro. Gracias a Dios, trabajo no me falta, propuestas mucho menos y espero tener el tiempo porque tengo muchas ganas de hacer todo.
“El gran burlesque” probablemente te acercó a un público más masivo. ¿Pensás seguir con proyectos de teatro similares?
Sí, es verdad, “El gran burlesque” me acerco a ese tipo de público. Yo no estaba acostumbrado a que la gente quisiera sacarse fotos conmigo, besarme, abrazarme, tocarme. En el ballet todo es más tranquilo, pero lo disfruté muchísimo. Saber que lograba emocionar a la gente con mi baile, no tiene precio.
Ya me están ofreciendo hacer temporada para el próximo verano y además tengo un proyecto muy fuerte en teatro, un musical que haría en Bueno Aires. Apenas se confirme, diré de qué se trata.
¿De qué otras cosas disfrutás además de bailar?
Disfruto de las cosas cotidianas, de mi familia, de mis amigos, de mi casa, de mis perros, de viajar, de mis vacaciones, de ir a cenar, de cocinar en casa y que vengan amigos.
¿Pensaste en qué te gustaría hacer cuando dejés de bailar?
Sí, quiero tener un restaurante o una pizzería.
Ya está todo listo para que arranque el gran circo de Tinelli. “Casi todos tendrán un instante en su touch de gloria”. Hernán Piquín no será la excepción, pero será menester no olvidar que su consagración le llegó mucho antes, mientras todos mirábamos televisión.
Ping Pong con el bailarín
Un CD para escuchar en el auto.
María Martha Serra Lima.
Una bebida.
Pepsi.
Una comida.
Milanesas.
Un referente de la danza.
Julio Bocca.
Una bailarina.
Cecilia Figaredo.
Una película.
Aniceto (risas).
Una canción popular.
‘Oh, qué será’, por Mercedes Sosa.
Una canción casi íntima, de esas que pocos conocen.
‘For the first time’, de Kenny Loggins.
La obra que más te gustó interpretar.
El Corsario.
Una obra que siempre quisiste y nunca pudiste interpretar.
Ninguna.
Un tango para bailar.
Balada para un loco.
Un lugar para ir de vacaciones.
La playa.
Un lugar donde te gustaría vivir por un tiempo prolongado.
Miami.
El teatro donde más te gusta actuar.
El Teatro Colón.